Tras 2 olas de frío y antes de que llegara la tercera, el jueves por la noche decidimos hacer un «stage express» de 3 días en Peñíscola. Metimos las bicis, la ropa y hasta el frutero en la furgo y carretera. Llevaba muchos días de rodillo sin poder salir a la calle y tener que andar todo el día trastocando los entrenos y tirando de rodillo.
Al as 6:30 del viernes sonaba el despertador y una hora más tarde ya estábamos en la carretera. La imagen del pantano de Legutiano era la de la foto: gélida. El termómetro marcaba 0º.
Pasaban los kilómetros y por fin el primer claro en el cielo. Qué bien desempolvar las gafas de sol! A las 5 horas y media de viaje llegamos a nuestro destino.
La foto lo dice todo, ni una nube en el cielo y 14º.
Así que al lío, comimos algo y pudimos hacer 3 horas de bici hasta que se hizo de noche. El sábado otras 4 horitas, con series largas. Acabé bastante madura, pero de eso se trataba. Por la tarde a la pisci y al día siguiente natación + bici + transición a correr. Tocaron hacer 8×1000 en la transición entre abuelos paseando tranquilamente. Ellos super a gusto y relajados y nosotros dándolo todo, menudo contraste jajaja. Empecé con malas sensaciones, sin sentir los pies, pero pude acabar rápido y disfrutando como los abuelos del paseo de Peñíscola. Hoy antes de recoger todo hemos aprovechado a sumar otras 2 horitas sobre la bici.
Ha merecido la pena haber ido, ahora vuelta a la realidad.