El Campeonato del Mundo de LD, ha sido uno de los objetivos y uno de los acontecimientos más importantes de mi temporada.
Segundo mundial que corro tras haber participado el año pasado en el de Vitoria, y si en 2012 la experiencia me dejó encantada, este año no lo ha sido tanto.
El tiempo no nos acompañó y el formato de la carrera se tuvo que modificar quitando la natación y haciendo un duatlón, paso de ser 4000/120/30 a ser 10/90/21. Todo lo que rodeaba los boxes, la feria y la meta era un lugar húmedo y lleno de barro. Los circuitos, duros en cuanto al piso y altimetría y muy solitarios.
La fiesta que yo me imaginaba de competición y alfombras azules se quedo en frío, barro, lluvia y soledad.
Nos juntamos en la línea de salida todas las chicas, se sentían los nervios, la música te ponía los pelos de punta y así dieron el bocinazo para empezar.
Se puso un ritmo alto, yo tenía claro que no debía sufrir porque quedaba mucho por delante así que fui fuerte pero sin pasarme. El primer segmento sirvió para darle una vuelta al circuito y ver lo que nos esperaba después. Era un vuelta de 10 km dura, con un par de repechos bastante duros. En todo momento me vi delante y me motivaba. Melissa Hauschildt y Jeanne Collonge se distanciaron, y Camilla Pedersen, Rachel McBride y yo ibamos por detrás en otro grupito.
Salimos con la bici la quinta, la sexta y la séptima juntas muy cerquita de cabeza, la cosa pintaba muy bien. Cuando me centré en la bici me di cuenta de que no iba fina, me quedé sola rápido y enseguida me pasó Jodie Swallow. Notaba que no tenía el día, que mi cuerpo no quería competir, me daba cuenta de que me esperaba una bici larga, así que puse marcheta y a lo mío. Empezó a llover. En la carrera subíamos el ballon d’ Alsace, un puerto de 13 kilómetros con kilómetros con pendiente media del 10%. En el puerto la densa niebla no te dejaba ver a 20 metros, como se ve en la foto de onlinetri. Me pasaron otras dos chicas, veía como iba perdiendo posiciones y el frío y la soledad no me ayudaban nada. Tuve un rato bastante malo. La temperatura en la cima del puerto era de 2ºC.
Empecé a bajar y al de unos km notaba como la temperatura subía, en el km 65 empecé a encontrarme mejor e incluso recuperé una posición.
Me bajé a correr con las piernas insensibles, hice una transición penosa por el barro y salí de boxes novena con la décima encima. No podía correr rápido pero no quería que me cogiera la alemana. Poco a poco me fui soltando y empecé a correr más rápido, sabía que tenía delante a una sudafricana que no había corrido muy rápido en el primer segmento y en el km 5 le pillé, la alemana seguía detrás. En un bucle vi a una danesa, esta había corrido más rápido que yo pero veía que había menos distancia con ella que con la alemana. Estaba corriendo rápido, por debajo de 3:50 el kilómetro. En el km 15 le pasé, me coloque séptima, cada puesto me motivaba más. Al final mantuve el puesto hasta meta.
Fue un día duro, de malas sensaciones pero a pesar de ello conseguí un gran puesto, mejorar lo del año pasado y estoy muy contenta. Llegué a meta con muchísimas ganas de acabar, había sido una carrera muy dura.
En la meta no me esperaba nadie. Rober competía en la prueba Open y tuve que esperar a que acabase. Estaba agotada, sucia y con frío y sólo tenía ganas de que llegase para ver qué tal había ido su carrera. Tras su llegada a meta, y ver que había pasado más penurias que yo, recogimos las bicis y las bolsas y nos marchamos. En meta nos cruzamos con Ivet Farriols, que tampoco había tenido un gran día. Lo bueno estaba por llegar ya que por la noche nos fuimos los 3 a dar un paseo a compartir una buena cena con pizzas. Sin duda el mejor momento del día.
Esta semana estoy descansando. Un pequeño «parón» a mitad de temporada para cargar pilas.
Sempre seras un exemple. Nomes espero que continuis lluitant i superant les teves pors. Ets una campiona fora i dintre de l.esport. Anim i segueix donant.ho tot. Una abraçada